3 días después...
En un gigantesco laboratorio blanco...
Filas y filas de asientos se podían ver en la sala con cientos de personas, vestidas con uniforme de la EIA rojo y negro, todas tecleando rápidamente en sus ordenadores con expresiones serias en sus rostros y se podía sentir un gran sentido de urgencia en toda la habitación.
—Comandante, hemos localizado su posición, Señor... —El oficial de la EIA llamó mientras un hombre anciano de unos 65 años con largo cabello gris que caía por su hombro, un rostro ligeramente arrugado y un bastón de caminar se acercaba lentamente hacia él desde la salida.
—Sube los datos a la computadora SP. —El hombre ordenó mientras la imagen de un mapa avanzado aparecía en la gigantesca pantalla al frente de la sala.
En el mapa, se podían ver cientos de inscripciones de ubicaciones, pero entre ellas se veía un único botón rojo que parecía estar siempre girando en círculo.