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—M-Mi Señor... ¿qué planea exactamente hacer con esos humanos?
Kar'en, al igual que su subordinado, se inclinaron en presencia del Señor Dragón Oscuro, pero después de obtener su permiso para levantar sus cabezas, ambos dirigieron su mirada hacia él.
Sin embargo, aún permanecían de rodillas.
A medida que los ojos carmesíes de Kar'en reflejaban la forma inmaculada de su superior, sentía temblores en su interior. Simplemente hablar con él le daba escalofríos.
A pesar de pertenecer a la misma especie que el Señor Dragón de la Muerte, y de ser uno de los reconocidos como posibles candidatos para sucederlo, aún veneraba al Señor Dragón Oscuro como su verdadero maestro.
Después de todo, se había entrenado bajo su guía durante mucho tiempo.
—¿Hm? ¿A qué te refieres? Ya dije que los dejaría ir, ¿no es así? —respondió el Señor Obelisco, casi actuando sorprendido por las preguntas de la General.
—¿A-así como así...?
