~ SASHA ~
Zev, con los dientes al descubierto y el cuerpo entero tenso y tembloroso, tenía a Nick agarrado de la camisa. Sus músculos se abultaban como si fueran a romper el material elástico, y una vena aparecía en su frente.
Sasha apenas respiraba. Nunca había visto a Zev lucir tan mortal. Parpadeó. Si lo hubiera visto así sin conocerlo, habría corrido.
No sabía qué decir. Él estaba al límite y ella temía que la palabra equivocada lo hiciera reventar.
Nick parecía no tener tales preocupaciones. Aunque parecía nervioso y tenía los brazos apoyados en el hombro y el pecho de Zev, no apartaba la mirada, y su mandíbula también estaba apretada.
—Piénsalo bien, Zev —dijo Nick en voz baja, con calma, pero con firmeza, como si estuviera aconsejando a un niño que estaba a punto de perder el control—. Queremos lo mismo aquí. Quiero a ese niño en tus manos tanto como tú.
—Mierda pura —gruñó Zev.