~ ZEV ~
Estar dentro de ella era como volver a casa, el único lugar del que nunca quería irse. Por un momento, la emoción lo inundó mientras su mente tejía pesadillas en las que ella había desaparecido y nunca había regresado, llevada por los humanos o perdida luchando contra ellos.
Cuando se movió en ella de nuevo, un gruñido gutural se escapó entre sus dientes y cerró los ojos para bloquear las imágenes en su mente.
Pero las manos de Sasha en su cabello, sus besos en su boca, en su mandíbula, en su cuello, la forma en que ella se elevaba para encontrarse con él, su cuerpo retorciéndose, caliente y suave, abrazándolo... todo eso empujaba la oscuridad hacia atrás.
Luego abrió los ojos y, con un susurro instándola a esperar, pero sin alejarse de ella, se sentó sobre sus talones para mirarla fijamente.