—Cuando comenzaron a subir por el sendero hacia la boca de la cueva, a Sasha le costaba respirar —tenía que obligarse a enfocarse en los demás—. Por dentro quería gritar. Temor de lo que estaba sucediendo. Temor de dejar a Zev. Dejar a Thana. Temor de... ni siquiera conocía a este hombre. Todo ese miedo subrayado por Zev, los ecos de sus súplicas y exigencias. Todavía estaba rascando su mente, suplicándole. La parte de él dentro de ella retrocediendo, amenazando con chupar de su corazón y a través de su columna, para huir de vuelta a él. Comenzaba a temblar.
Con Yhet a un lado y Dunken al otro —ambos en silencio, aunque la expresión de Yhet dejaba muy clara su opinión sobre toda esta situación—, Sasha decidió dejar que las criaturas torturaran a Nick porque no tenía energía para hacer otra cosa. Ernie se escabullía, justo dentro de la línea de árboles, justo en su visión periférica. Cada vez que él se movía, Nick se estremecía.