Caroline luchaba contra el dolor que sentía ardiendo en su cuerpo, pero a pesar de todo, tenía una sonrisa en sus labios, una sonrisa que la hacía sentir como si hubiera ganado mientras estaba en el lado vulnerable.
—¿No te preguntas por qué elegí el lado de la niña, Satanás? —preguntó Lady Caroline a Satanás, quien frunció el ceño mientras la miraba.
—Porque ella es la nieta de Ariel —respondió Satanás. Aunque él era el rey del infierno y amigo de Caroline, sabía cómo el encanto de Ariel hacia los demás hacía que uno quisiera valorarla profundamente como a un amigo cercano. Era su lado inocente el que siempre mantenía a la gente esperanzada, incluso para los demonios, ya que no todos ellos son tan malvados como él.