Cuando Elisa estuvo lista, salió de su habitación. Antes de hacerlo, dirigió su mirada hacia la cama de Hallow que ella había hecho. El polluelo no estaba allí. ¿Se habrá acostumbrado a jugar afuera? —se preguntó Elisa al dejar la habitación.
Tomando la capa roja que recibió de Ian, Elisa ató su cinta formando un lazo. Miró por la ventana, viendo caer la nieve y recordando la muerte de Carmen, ya que habían pasado dos días. Elisa había llorado en su cama. Perder a alguien no era fácil para ella, especialmente a personas que había considerado amigos. Carmen intentó matarla, pero Elisa sabía por la expresión que Carmen le mostró antes de su muerte, que se sentía arrepentida y lo sentía mucho.