Hannah retrocedió, manteniéndose alejada de Zhen-Zhen. Su cara estaba pintada con un miedo intenso. Su cuerpo temblaba. No sabía qué hacer.
Zhen-Zhen, por otro lado, comenzó a ver el video. Lo confirmó. Era ella, empujando a Tristán y Andrés y lanzando su bola de fuego.
La grabación se detuvo cuando empezó a acercarse a Hannah. Ella temía que Zhen-Zhen notara la grabación en ese momento, así que guardó su teléfono enseguida cuando Zhen-Zhen comenzó a caminar hacia su lugar.
—Realmente no planeas detener este complot contra mí, Hannah. Casi mataste a un niño inocente. Y ahora, ¡sigues planeando revelar mi poder a todos! —dijo Zhen-Zhen.
—¡Nunca aprendes, Hannah! ¿Por qué te has vuelto así? ¿No sientes culpa alguna por herirme a mí y a mi hijo? Incluso salvé tu vida antes. ¿Es así como me pagarás? —inquirió Zhen-Zhen.
Hannah le lanzó una mirada fría y punzante.