Todo sucedió tan rápido que Alveena no pudo hacer nada. Cuando la gran ola golpeó, Andrés fue súbitamente devorado por la ola, desapareciendo de la línea de vista de Alveena.
—¡ANDRÉS! —Alveena gritó su nombre horrorizada.
Comenzó a entrar en pánico cuando no lo vio emerger del agua. Inmediatamente nadó hacia el lugar donde vio a Andrés por última vez.
Brandon también siguió a Alveena. Maldijo para sus adentros debido a la imprudencia de Andrés. Debería haberse quedado en su lugar, pero obstinadamente los siguió.
—¿¡Está planeando matarse?! —Brandon se lamentaba para sí mismo.
Pero en el fondo, también estaba preocupado por la seguridad de Andrés. Había una parte rocosa allí. ¿Y si su cabeza golpeó la roca cuando se sumergió en el agua?
Brandon y Alveena nadaron bajo el agua, buscando a Andrés. Su corazón ya latía tan fuerte por los nervios.
Tenía tanto miedo de que algo malo le hubiera pasado a Andrés. Comenzó a llorar y sus lágrimas hacían que su visión se volviera borrosa.