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Las tentadoras palabras de Hannah hicieron que el cuerpo de Andrés se excitara aún más. Su hombría se endureció al pensar en las cosas que le gustaría hacer con ella esa noche.
Hannah estaba dispuesta a satisfacerlo, instándolo a tomarla todo lo que quisiera. En cuanto a su relación sexual, Andrés siempre mantenía su deseo bestial bajo control para no asustarla.
Quería que cada momento fuera especial para ella, por lo que era muy considerado con sus sentimientos y lo que quería. Nunca la obligó a hacer algo que no le gustara.
Pero ahora, Hannah le estaba dando permiso a Andrés para hacer lo que quisiera, sin reprimirse. Esta era la primera vez que Hannah estaba tan ansiosa por tener sexo y hacer el amor con él.
Siempre pensó que ella sería más reservada, pero cambió. Todo comenzó durante su fiesta de compromiso cuando Tristán presentó a Zhen-Zhen como su esposa.
