Alveena llamó a Erica y Selena. No quería ir a casa, así que contactó a sus amigas, pidiéndoles que la acompañaran esta noche. Necesitaba su presencia desesperadamente.
Afortunadamente, Erica y Selena estaban cerca de la zona cuando recibieron su mensaje.
Ellas estaban pasando el rato juntas, disfrutando de la celebración del Año Centenario de la Ciudad del Imperio.
Inmediatamente buscaron a Alveena en la Gran Cúpula de la Ciudad del Imperio. Se sorprendieron al ver sus ojos rojos e hinchados.
—¿Qué te pasó? ¿Lloraste? —preguntó Erica preocupada.
—Hablemos después. Solo sáquenme de este lugar primero —les dijo Alveena con voz suplicante.
Erica y Selena simplemente intercambiaron miradas antes de asentir. Se preguntaban qué le había pasado a Alveena que se veía tan melancólica y triste.
—Sube —dijo Selena, abriendo la puerta del coche para ella.