Alveena estaba desolada y devastada tras escuchar esas palabras de Andrés. No tenía idea de que él ya estaba comprometido. Y ahí estaba ella, matando su orgullo solo para confesarle sus sentimientos.
—Si ya está comprometido, ¿por qué diablos me besó justo ahora? Andrés... ¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me diste falsas esperanzas?
Alveena hizo su mejor esfuerzo para contener las lágrimas. Se enfrentó a Andrés y Hannah, fingiendo que estaba bien. Enmascaró su dolor con una sonrisa.
—Hola, Señorita Hannah, es un placer finalmente conocer a la prometida de mi GRAN JEFE. Siempre habla de ti así que he oído muchas cosas buenas sobre ti —Alveena extendió su mano, ofreciendo a Hannah un apretón de manos. Enfatizó la palabra Gran Jefe para que Hannah no los malinterpretara.
—Bien Alveena. ¡Eres buena mintiendo! Dijiste eso sin pestañear. ¡No escuchaste nada sobre ella. Andrés nunca la mencionó contigo! —Alveena pensó para sí misma.