La siguiente mañana, Hannah se despertó sola en su habitación. Su colega acababa de salir a comprar el desayuno.
A diferencia de ayer, Hannah estaba muy tranquila ahora. Tuvo tiempo de absorber todo lo que había sucedido la noche anterior en el restaurante.
Recordó en su memoria la escena que había presenciado.
—Estoy segura… la vi con mis propios ojos cuando detuvo el fuego —murmuró Hannah para sí misma.
Antes de perder la conciencia, Hannah había presenciado a Zhen-Zhen controlando el fuego cuando trató de salvarla.
Si no fuera por la interferencia de Zhen-Zhen, entonces Hannah habría sufrido mucho. Ciertamente habría sido quemada viva allí a causa del fuego.
Sin embargo, el hecho de que Zhen-Zhen le salvó la vida no cruzó por su mente. Todo lo que estaba pensando ahora era que Zhen-Zhen no era una humana ordinaria.
¡Una humana ordinaria no podría controlar el fuego!