—En cuanto a mí, yo quiero escoger a mi acomodadora personal esta noche. Por favor, quiero a la dama de blanco, que está parada al fondo.
Tristán: ...
María: ...
Jade: ...
Athena: ...
Tristán se volvió reflejamente hacia su abuelo con una expresión de incredulidad en su rostro. Le dirigió una mirada inquisitiva.
—Eh, ¿¡qué viejo tan astuto?! Hace un rato solo me advirtió que me controlara y me abstuviera de acercarme demasiado a Zhen-Zhen durante toda la fiesta. Pero ahí está él, la fiesta ni siquiera ha comenzado y ya está haciendo su jugada para poder pasar tiempo a solas con mi esposa. ¡Esto es tan injusto! —Tristán se quejó interiormente.
Tristán lanzó una mirada en dirección a Zhen-Zhen, frunciendo los labios. —Quiero que mi esposa también sea mi acomodadora. Quiero estar con ella durante toda la fiesta. Él dijo que no me está permitido, pero el abuelo hace lo que quiere sin contenerse.