—Es bueno ver que los dos se están llevando bien ahora. Me siento aliviado. Tristan y Andrew están trabajando en su relación como hermanos. Estoy muy feliz de verlos interactuar justo así —El abuelo Lu compartió sus pensamientos con su hijo, Lucas.
El dúo de padre e hijo todavía observaba en secreto a Tristan y a Andrew.
—Sí, papá. Su relación ha mejorado mucho últimamente. Deseo que esto continúe. Quiero que fortalezcan su lazo no solo como hermanos sino también como amigos —murmuró Lucas con sus ojos soñadores.
Desde hace tiempo había soñado con este día en que sus dos hijos pudieran arreglar su conflicto. Había sido testigo de cómo sus dos hijos se distanciaron el uno del otro. Amaron a la misma mujer, uno terminó herido y el otro feliz.
—Creo que todo esto sucedió por Lillie. La llegada de Lillie a la vida de Tristan es una bendición. Tu hijo terco y travieso está cambiando día con día. Puedo verlo —el abuelo Lu sonrió con ese pensamiento.