Tristán no sabía por qué su llamado suegro, también conocido como FaMo, le estaba lanzando una mirada mortal. Sabía que solo estaba esperando la oportunidad para regañarlo sin que Zhen-Zhen se enterara.
Tristán no pudo evitar sonreír. Estaba a salvo mientras Zhen-Zhen estuviera con él. Su suegro no se atrevía a regañarlo frente a ella.
Esto solo significaba que su llamado suegro sabía que Zhen-Zhen lo amaba y que era muy considerado con los sentimientos de Zhen-Zhen hacia Tristán.
Tristán pensaba que tal vez esta era una de las razones por las que era cuidadoso y cauteloso al tratar a Tristán frente a Zhen-Zhen.
—Creo que recibiré un regaño de mi suegro cuando Zhen-Zhen no esté presente. Pero, ¿qué ocurrió? ¿Qué error o pecado cometí esta vez? —Tristán aún se preguntaba la razón por la cual FaMo lo miraba con desdén.
Tristán seguía pensando cuando Zhen-Zhen agarró su mano y la de FaMo mientras los guiaba hacia el sofá.