—En la Residencia Sy
Un hombre en su mitad de los 20 estaba sentado dentro de su estudio, frente a la pantalla de su portátil. Incluso la forma en que se sentaba en su silla exudaba confianza y poder. Irradiaba un aura fría y aterradora, suficiente para intimidar a todos.
Su rostro era severo, tenía un par de ojos marrones profundos combinados con una nariz puntiaguda y mandíbula cuadrada. Si tan solo sonriera, aparecerían unas lindas y seductoras fositas intrigantes a la derecha e izquierda de su boca.
Lamentablemente, este hombre rara vez sonreía, a menudo fruncía el ceño mientras mostraba su expresión fría y distante.
Sus oscuras cejas complementaban muy bien sus ojos, haciéndolo lucir feroz. Una sola mirada suya podría derretir el corazón de una mujer o intimidarla.
Incluso su corte de pelo, que era al rape, significaba que quería tener el control de todo. Como otros hombres de negocios corporativos, también estaba bien afeitado.