Zhen-Zhen y Tristan se quedaron en el hospital por treinta minutos. El médico dejó que Zhen-Zhen descansara un rato mientras esperaban a que su medicina hiciera efecto.
Tristan no se apartó de su lado. Se sentó junto a su cama de enferma sosteniendo sus manos con fuerza. Las enfermeras no pudieron evitar sentir celos por la acción de Tristán.
Él era muy dulce con su esposa. Su preocupación por ella estaba al máximo nivel. Deseaban poder encontrar a alguien como él, un esposo muy dulce, atento y muy guapo.
No pasó mucho tiempo cuando la medicina hizo efecto y Tristán decidió llevar a Zhen-Zhen de vuelta a casa. Ya se sentía mejor después de tomar la medicina para su dolor menstrual.
Como recomendación del médico, Tristán tomó nota de todo sobre cómo podía hacer que Zhen-Zhen se sintiera mejor en caso de que esta situación volviera a ocurrir.