Desde que los guardaespaldas de la Familia Davis recogieron a Tristán en el aeropuerto, Matthew y Tristán no habían podido hablar sobre el problema de hoy. Tristán todavía no tenía idea de por qué el Abuelo Lu le ordenó regresar hoy y quería verlo.
Tristán solo suspiró profundamente mientras se recostaba en su asiento. Estaba sentado solo en el asiento trasero del pasajero. Dos guardias estaban al frente: uno conducía mientras que el otro estaba sentado en el asiento del pasajero delantero. Los otros dos guardaespaldas los seguían detrás usando otro coche negro.
—Caray, ¿por qué envió a cuatro guardaespaldas? ¿En serio? ¿Realmente piensan que voy a huir y escapar? —Tristán se burló de ese pensamiento, colocando una mano en la parte superior de su frente mientras cerraba los ojos.
Decidió no preguntarle más a Matthew ya que de todas formas podría averiguar qué sucedió una vez que llegara a la Mansión de la Familia Davis.