—¿Andrés la tocó? —Quería volverse loco con tan solo pensar eso.
Tristán se acercó rápidamente a Zhen-Zhen mientras tomaba la manta de la cama. La envolvió en la manta y la cargó en sus brazos.
Sabía que no debería haber golpeado a Andrés porque, en primer lugar, él fue quien creó este lío. Él fue quien pidió ese estúpido deseo.
Pero su ira nubló su mente. Solo tenía ganas de golpear a Andrés después de verlo encima de Zhen-Zhen. Él estaba sujetando sus manos y sus caras estaban muy cerca como si estuvieran a punto de besarse. Esa es la razón por la que Tristán no pudo controlarse y golpeó a Andrés.
Sin pensarlo dos veces, Tristán decidió salir de la habitación de Andrés y llevarse a Zhen-Zhen lejos de él. La llevaba en brazos, un brazo alrededor de su espalda y el otro alrededor del doblez de sus rodillas.
Mientras tanto, Zhen-Zhen colocó sus propios brazos alrededor de los hombros de Tristán mientras lo miraba intensamente. Estaba evaluando la expresión de Tristán.