Durante la extracción, Liam sacó algo del cuerpo de Zhen-Zhen. Se lo mostró a Tristán.
Un cristal resplandeciente flotaba en el aire justo encima del abdomen de Zhen-Zhen. Tristán y Liam miraron en su dirección.
El cristal era tan grande como el huevo de un avestruz. Dentro de ese cristal, podían ver una bola de fuego negra congelada. Liam y Tristán pensaron que era Pequeño Davis.
—Tristán se negó a creer las palabras de Liam. Nunca lo aceptaría —dijo Liam—. Ya es tarde para salvar a tu bebé.
—Tristán sabía en su corazón que Pequeño Davis estaba a salvo y que FaMo salvaría y protegería a Pequeño Davis.
—Quería golpear a Liam cuando dijo esas palabras —pensó Tristán—. Eso no podía ocurrir. No debía ocurrir.
—¿Qué le explicaría a Zhen-Zhen una vez que despertara? ¿Cómo podría decirle que perdieron a su bebé?
—Zhen-Zhen estaría devastada si eso ocurriera! Incluso él mismo no podía aceptarlo, ¿cuánto menos Zhen-Zhen?