—Cariño, ¿qué te pasa?
Tristán se levantó e intentó acercarse a ella. Pero Zhen-Zhen lo empujó fuerte otra vez. Era fuerte y Tristán cayó sobre la mini mesa de cristal frente a ellos.
—¡Argh! —Tristán gruñó al romperse la mesa de cristal. Los vidrios rotos golpearon su brazo, hiriéndolo en el proceso.
—Hermano, ¿estás bien? —Andrés intentó ayudar a Tristán a levantarse.
—Estoy bien —dijo Tristán, todavía mirando a Zhen-Zhen preocupado.
—Tu brazo está sangrando… ¿Cómo puedes estar bien? —Andrés sostuvo el brazo de Tristán.
—Nieta, ¿puedes oírnos? ¿Estás enfadada? —Abuelo Lu habló, caminando lentamente hacia Zhen-Zhen.
Zhen-Zhen se volvió hacia el Abuelo Lu. Luego escuchó otra voz en su subconsciente. «Manipula el elemento fuego. Desata tu poder. Lastima a ese anciano.»
Las cejas de Zhen-Zhen se contrajeron al escuchar eso. Levantó la mano como si esperara que algo saliera de su palma.