—Uhm, ¿espera? ¿Qué está pasando aquí? No estoy soñando despierta ni imaginando cosas, ¿verdad? —Los ojos de Sofía se abrieron más al sentir que los labios de Mateo rozaban los suyos.
Hace momentos, ella solo estaba mirando su guapo rostro, encontrándose con su intensa mirada. Pero ahora, se encontró siendo besada por este apuesto hombre en su traje negro.
¡Su corazón se volvió loco dentro de su pecho! El palpitar de su corazón era tan fuerte que podía oírlo con sus oídos.
¡Apenas podía creerlo! Mateo Wilkins la estaba besando ahora mismo en esta Casa del Horror llena de criaturas aterradoras. ¿Cómo podría pasar esto en un abrir y cerrar de ojos?
Cuando Mateo no sintió resistencia de parte de Sofía, continuó besándola. Parecía que no tenía planeado contenerse en este momento y comportarse como un caballero.
Aprovechó la situación. Se dejó llevar por sus sentimientos y ya era demasiado tarde para detenerse. Por una vez, Mateo intentó aplicar la picardía y el descaro de Tristán.