Tristán no sabía qué hacer. Se paseaba de un lado a otro de su habitación, intentando contactar a su esposa. Zhen-Zhen simplemente colgó el teléfono sin decirle nada.
Estaba lleno de miedo y ansiedad. Pensaba que Zhen-Zhen estaba enojada con él, aunque no había hecho nada malo. Tristán se tiraba del cabello con fuerza, frustrado. Se odiaba a sí mismo.
No quería que esto pasara. Nunca imaginó que Hannah le haría esto. Ahora, estaba en problemas. Zhen-Zhen no quería hablar con él en este momento ya que no respondía a sus llamadas.
Le envió varios mensajes de texto, pero ella no le respondió. En ese preciso momento, Tristán había decidido que si Zhen-Zhen no hablaba con él hasta esta mañana, no tendría más opción que volver a casa.
Ya no le importaba resolver el problema con los inversores. ¡Su principal prioridad era arreglar el malentendido entre Zhen-Zhen y él! ¡Su relación con su esposa era su máxima prioridad!