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Oliva vio a Clifford y Zhen-Zhen salir del restaurante. No sabía si enojarse o sentirse triste. Clifford la trató fríamente.
Estaba enfurruñada en su mesa reservada cuando su amiga, Ana, llegó.
—Disculpa, llego tarde. Me atrapó el tráfico. ¿Ya has pedido comida? —Oliva solo negó con la cabeza. Ya había perdido el apetito. No tenía ganas de comer esa noche.
—Oye, ¿qué pasa con tu cara? ¿Por qué tienes esa expresión? Pareces como si hubieras perdido a tu mascota favorita —Ana le preguntó de inmediato al notar su estado de ánimo sombrío.
Oliva dio un profundo suspiro antes de responderle.
—Vi a Clifford hace un rato… junto con su novia. Parece que estaban en una cita de cena.
Ana la miró impotente y dijo —Ahora entiendo. Estás celosa, por eso tienes esa cara.
Oliva bajó la mirada mientras se mordía los labios. —No es así. Sé que no tengo derecho a estar celosa. Es solo que no puedo soportarlo cuando Clifford me trata de manera tan dura.
