Anastasia continuó:
—¡Aidan se sacrificó para apagar el fuego en ti mientras lo montabas, mientras tenías sexo con él!
Darla jadeó cuando la cruda verdad salió a la luz.
—¡Y ustedes dos no sabían cuándo Carrick había ido demasiado lejos, al punto de no retorno! Fueron Kaizan y Guarhal quienes los sacaron de ese lugar. Los ataron a los dos y luego atendieron a Carrick —dijo ella, su voz una octava más alta—. Intenté ayudar a Carrick intentando sacarle el veneno, pero no tuve éxito —Estaba jadeante para cuando lo soltó todo—. Darla, no fui yo quien fue responsable de la muerte de Zlu y Carrick. ¡Fuiste tú! Tú eres la raíz de todo. Intentaste hacerme sentir culpable, ¡y estos hombres aquí afuera—; miró a Aidan y luego a Guarhal que acababa de entrar al comedor—. ¡Estos hombres no dijeron ni una palabra en tu contra. Son tan leales contigo que ocultaron tu error incluso de ti!
—Yo no cometí ningún error —negó Darla con la cabeza—. Fue. Fue—