Kaizan amaba la sensación de su cálido cuerpo contra el suyo. Al cerrar los ojos detrás de ella, se dio cuenta de que había estado esperando toda su vida por ella, y la realización le hizo acercarla más a su pecho. Era como si quisiera que se fusionara con él. ¿Cómo podía ser tan afortunado de tener una pareja? Eso era raro en la Leyenda. Pero cuando vio a sus amigos encontrando las suyas una tras otra, había refutado hace tiempo la teoría.