Theodir ahora estaba preocupado por su decisión de llevarse a Ruvyn. Su esposa había sido tan acogedora que era posible que pudiera dar a luz a su hijo. Se había permitido pensar que podría tener un bebé con Ilyana y ese pensamiento era tan placentero que se deleitaba en él.
En la mesa de la cena, miró a las caras curiosas de Haldir e Inyanga. Frunció los labios y luego dijo, "Dejen que hable con Ilyana sobre esto y les informaré mañana." Volvió a comer su comida. Y después de eso nadie dijo nada más durante la cena.
Íleo echó una mirada cómplice a Haldir y le guiñó un ojo. Haldir mantuvo su expresión estoica y alternaba la mirada entre su hermano y el croissant en su plato. Theodir terminó su comida y caminó en silencio de vuelta a su cámara, cruzando los brazos detrás. Parecía sumido en sus pensamientos.
Anastasia tomó una respiración profunda cuando él salió de la habitación y luego levantó su vaso de cristal de jugo de naranja para brindar. "¡Por más embarazos!"