Anastasia irradió otra sonrisa. No sabía que a Adriana le gustaba el amarillo. —Gracias, pero ¿será capaz de terminar de coser el vestido para mañana? —preguntó.
Adriana asintió. —Sí, Ana. Recuerda que es una costurera bruja. Sus manos tienen la magia más fina para tejer los mejores vestidos. Además, tu boda será en la mañana en el recinto del palacio justo antes de que los primeros rayos de sol salgan. Será seguido por un banquete y luego los ancianos del reino de los magos vendrán a otorgar sus bendiciones sobre ti por la noche. Debes tener al menos cinco vestidos listos para todas las ocasiones —señaló hacia el pedestal y dijo:
— Ve, ella te está esperando.