Dawn pasó un tazón de gachas a Anastasia y susurró suavemente —Toma esto. Te ayudará a recuperar tus fuerzas.
Anastasia lo aceptó con un leve asentimiento. ¿Podrían las personas ser tan dulces como ella? ¿Podría volver a confiar en ellos? Era difícil, pero tenía que intentarlo.
—Creo que no tiene sentido vagar por Yelgra como gitanos. ¡Volveremos a Draoidh les guste o no! —dijo Ileus mientras sus ojos ardían con fuego dorado—. ¿Por cuánto tiempo voy a negarle a Anastasia su derecho legítimo?
Daryn inhaló profundamente y asintió. Se inclinó hacia adelante y puso sus codos en sus rodillas y entrelazó sus manos —Haldir te advirtió contra ir allí, Al. Deberías tener un plan antes de pisar Draoidh o los Valles Plateados. Y hasta que llegues a una conclusión, son más que bienvenidos a quedarse en Ixoviya o si prefieres, pueden venir al reino humano a nuestra casa.