Evelyn no sabía por qué, pero incluso el paseo dentro del Palacio Real hacia las Cámaras Reales se sentía muy extraño. Sentía escalofríos en su cuerpo al ver tantas criadas, sirvientes y guardias en cada pasillo.
La última vez que entró en el Palacio Real, estaba segura de que no había tanta gente en el Palacio Real en aquel entonces… o quizás no lo recordaba claramente.
Aún así, una sensación inquietante continuaba rodeando su corazón.
Una criada los guiaba hacia las Cámaras Reales.
Evelyn se sintió más a la defensiva cuando llegaron a las Cámaras Reales. Los guardias parados fuera de las Cámaras Reales no eran los mismos.
¿O cambiaban de guardia según el día o la noche? Pero ella recordaba que la última vez, estaba aquí por la mañana.
—Hemos sido llamados por Su Majestad —dijo Isla a los guardias que miraron a Evelyn y asintieron con sus cabezas, permitiéndole pasar.