Después de que Draven se fue, Leeora ayudó a Ember a alistarse con la ayuda de otras criadas. Ahora ella era la compañera del Rey y los sirvientes eran especialmente cuidadosos en cómo tratarla. Puesto que iba a salir, debería lucir más presentable de lo que normalmente se veía.
Con la ayuda de uno de los sirvientes que era un hada de atributo acuático, le dieron a la chica humana un baño adecuado ya que no se había aseado como es debido en los últimos dos días.
A las sirvientas les entusiasmaba ponerle ropa nueva a Ember, ya que rara vez tenían la oportunidad de vestir a alguien en el palacio. Durante el tiempo en que la compañera del Rey estuvo inconsciente, tampoco estuvieron inactivas y le cosieron ropa nueva.
—Oh querida, pareces una muñeca —no pudo evitar exclamar Leeora.