Leeora fue a la casa de Ember. La elfa llegó justo a tiempo ya que acababa de terminar de comer las frutas y el pan que Leeora había traído antes.
—¿Estás lista para partir? —preguntó Leeora.
Ember asintió mientras se levantaba de la silla. Parecía dudar en preguntar, pero aún así expresó su cuestión antes de seguir al elfo. —¿Qué es una reunión de consejo?
Ember era ingenua, pero no era tonta como para seguir todo ciegamente, especialmente después de ver la expresión del elfo anteriormente. Terminó preguntando lo que Leeora temía explicarle.
Es mejor que esté al tanto de la situación, pensó Leeora sintiendo como si tuviera una roca enorme en el pecho. Necesita prepararse por si se decide que tiene que dejar a Ronan.
Miró a la chica humana que esperaba pacientemente su respuesta. —Ember, ¿sabes cómo eres una forastera traída por el Rey a este reino?
Ember asintió y esperó escuchar más.
—Habrá una reunión sobre tu estancia.