Ember continuaba llorando, soltando sollozos con los ojos cerrados con fuerza.
Leeora y Cornelia se miraban la una a la otra, sin saber qué sacar de esta situación. Querían preguntarle a Ember, pero juzgando la situación, ella no estaba en condiciones de hablar. Tendrían que esperar a que se calmara.
—M-me pregunto qué sucedió —Cornelia jugueteaba con sus manos—. El Rey no habría... él no... no habría...
Incluso Leeora también estaba desorientada —El Señor no olvidó abrir la puerta antes de irse para dejarnos saber que podíamos entrar. No debería tener malas intenciones hacia esta niña…
La pregunta era qué hizo Draven y por qué. Era un comportamiento totalmente inesperado de su rey. Habría sido más fácil para ellas imaginar a Draven matando a esta chica humana que viéndolo convertirla en tal situación.