```
En una montaña distante al norte de los Campos del Más Allá, una montaña tan alta que sus picos estaban cubiertos de nieve todo el año, un hombre vestido completamente de negro apareció en medio de una cresta cubierta de escarcha.
Cuando Draven llegó, la energía divina que percibió se hizo más pronunciada. Parecía que se había establecido una barrera de aislamiento alrededor de la montaña para evitar que alguien la detectara, y fue por puro accidente que apareció una grieta. A pesar de que la grieta fue reparada inmediatamente, esa breve fluctuación de la energía divina fue captada por Draven, lo que le hizo venir a investigar.
Mientras seguía la dirección donde esa energía divina estaba más concentrada, sus botas dejaban profundas huellas en la nieve. El aire frío mezclado con copos de nieve continuaba soplando en su dirección, pero el hombre seguía caminando, sin preocuparse por la baja temperatura.
