—Recuerdo eso —dijo María—, a lo que Thala añadió:
— y perdimos a Gala. En aquel entonces, ella se lo tomó a broma, diciendo algo como '¿cómo puede suceder tal cosa?' cuando ella era la bruja más poderosa entre nosotras, la Bruja Principal del aquelarre, solo superada en fuerza y conocimiento por Su Eminencia.
Cornelia esbozó una sonrisa amarga. —Ni yo misma me tomé en serio mi propia visión en ese momento. Solo Su Eminencia creyó en lo que vi.
—En ese tiempo, tú estabas más cercana a Gala. No solo porque ambas eran maestra y discípula, sino porque ella te crió como a su propia hija —Glinda acariciaba distraídamente el dorso de su mano, donde se podía ver una cicatriz viciosa. Luego cambió el tema: