—¡Puedes abandonar la habitación! —todas las criadas asintieron y salieron de la habitación mientras inclinaban la cabeza y le deseaban buenas noches.
En lugar de irse a dormir, caminó hacia el balcón y contempló la luna. ¡Sus ojos animados reflejaban la luz que venía del objeto inanimado mientras la brisa tocaba su piel!
Se sentía mejor después de todo el estrés al que se enfrentaba. Mirando hacia arriba, ¡sus ojos brillaban! Se acercó más a la barandilla y miró hacia abajo, la altura era suficiente para morir si se caía, ese mísero pensamiento le hizo tragar saliva, ¡pero eso solo incrementó la emoción!
Agarrando con fuerza la esquina de la pared con sus manos, trepó a la barandilla y se puso de pie sobre ella. Si calculaba bien, podría...
—¿¡Pero qué diablos estás haciendo!? —se sobresaltó por la repentina voz fría y agarró fuertemente la pared. Sin embargo, sus pies perdieron el equilibrio y sintió que la fina capa de madera se alejaba de sus pies.
