El palacio temblaba mientras las brujas intentaban atacar de nuevo y cuando no pudieron, hicieron estallar las paredes del otro lado para huir, pero Rafael seguía acercándose hacia ellas matando a muchas en el proceso.
Solo se detuvo cuando las balas del arma se habían disparado todas y tuvo que recargarlas. Las brujas aprovecharon el momento y huyeron cuando él solo pudo retener al líder de ellas que había hablado mal de Hazel.
—Dime qué plan tienes y quién te maneja —preguntó mientras no lo mataba pero sostenía su cuello para golpearlo.
Se retorcía e intentaba liberarse pero Rafael no lo soltaba. Por un segundo se sintió como si no lo estuviera golpeando para obtener información sino para desahogar su ira.
Alzó la cabeza para golpear al hombre otra vez cuando el humo negro comenzó a cubrirlo y él maldijo.
—Ya que no te interesa responder tan fácilmente, me aseguraré de atormentarte hasta el final —se rió como un diablo del infierno que quisiera dar dolor incluso a las almas.