—¡Annie! ¿Has vuelto? El personal me dijo que te fuiste con uno de ellos —Hazel, que estaba trabajando en los archivos, los cerró inmediatamente y corrió a encontrarse con Anne, a quien había estado esperando todo este tiempo.
Anne miró a Hazel con ojos que no denotaban emoción y luego se alejó como si no la hubiera escuchado.
—¡Anne! ¿Estás...? —no pudo terminar.
—He recolectado la información sobre Lucio. Dame algo de tiempo y vendré a tu oficina con ella —susurró con voz hueca mientras se alejaba y abría la puerta de su habitación.
—Pero Anne... —la puerta se cerró antes de que Hazel pudiera preguntar otra palabra y ella suspiró.
—Dale algo de tiempo. Estás siendo demasiado dura con ella al obligarla a trabajar con Declan —Rafael cerró el archivo en sus manos y miró a Helen, que volvió a la oficina con los hombros caídos como un globo desinflado.
Helen le lanzó una mirada de rencor pero no respondió. Sus propios pensamientos eran un caos.