—¡Eres inteligente! Pero ya es demasiado tarde para ti —dijo el hombre con una risita—. Aunque antes de matarte, todavía quiero saber cómo lo adivinaste —preguntó con una sonrisa en su rostro cuando ella sonrió con suficiencia.
—La forma en que puedes repeler la magia, es el truco de mi madre. Ella debe haberte hecho un amuleto a ti también —el demonio se sintió insultado de que la bruja creyera que sus poderes le habían sido otorgados por una bruja tonta.
—¡Ja! ¡Qué tonta! Y aquí te elogié hace un segundo —dijo entre dientes apretados—. Los demonios no toman poderes de las brujas, ellas no son más que alimento. Ellos dan poderes a las brujas a cambio de los sacrificios que les ofrecen.
—Tu madre… —una sonrisa fría se formó en el rostro del demonio cuando vio la expresión de sorpresa en el rostro de la bruja oscura.