—¿Por qué intentas matarme? —preguntó ella con una mirada pálida en su rostro, su cuerpo estaba ardiendo con fuego y podían sentir sus nervios acelerándose como si fuera a explotar pronto—, no podría ser solo por quemar el mercado negro ya que nunca estuviste en el primer lugar.
—La curiosidad mató al gato, ¿no has oído eso? —preguntó la bruja con una risita—, pero entonces ya vas a estar muerta. ¿No es así?
Otras brujas se unieron a la risa mientras se burlaban de la joven bruja que se creía superior a ellas.
—¡Bien, ya que te estás muriendo, lo tomaré como tu último deseo! —dijo la bruja con un gesto de su mano y muchas comenzaron a marcar un círculo alrededor de ella.
—Eres parte del sacrificio —dijo la bruja, lo que no sorprendió en absoluto a Hazel, ya que podía ver que ya habían preparado para realizar un ritual.