—No importa lo que decidas, siempre estaré contigo y te apoyaré hasta el final —Hazel abrazó a Anne.
Ella sabía que Anne había sufrido más que ella.
—Debe haber sido problemático cuidar de tu hermana mayor como su criada y soportar sus berrinches —la abrazó de nuevo porque no podía tener suficiente de Anne, su única familia que lo trató amablemente.
Tanto Isabella como Hazel la habían extrañado mucho.
Anne asintió con la cabeza muy en serio:
—¡Al menos eres consciente de eso! —Hazel arqueó una ceja. ¿Me estaba diciendo que había sido una carga para ella?
Chasqueó los dedos y una almohada golpeó la cara de Anne quien frunció el ceño mientras se frotaba la nariz.
Anne movió las manos y una brisa fría tocó la cabeza de Hazel y todo su cabello cayó sobre su cara frente a sus ojos.
—¡Eh! —Hazel chilló mientras se peinaba el cabello con las manos, pero luego susurró un hechizo al mismo tiempo y Anne sintió que volaba por el aire solo para sentir su trasero en el suelo.