—¿De qué estás hablando? Todo el imperio sabía que su alteza me estaba cortejando.
—¿Qué dijiste? Él está saliendo conmigo. Incluso fuimos juntos a un teatro nocturno.
—Oh, por Dios, solo porque él es amigable contigo no significa que le gustes. Ya había declarado su amor por mí cuando padre y Vicente discutieron el futuro negocio juntos —dijo ella—. Él dijo que pronto me haría la princesa.
La criada que había escuchado a las otras tres peleando por el amor del príncipe heredero se menguó en la esquina.
—¿Tienes otra historia que contar? —Hazel no prestó atención a las nobles peleando y se acercó a la criada que aún estaba perdida en sus pensamientos.