—La carta en su habitación sería suficiente para probar que él la había obligado a tomar el veneno.
—La soltó inmediatamente sin jugar más bromas pesadas, pero podía sentir los ojos intensos de todos sobre ella, como si intentaran evaluar su trato.
—Ella solo sonrió y caminó hacia sus otros dos hermanos que le lanzaron miradas como dagas, pero cuando Vicente los miró fríamente, la dejaron abrazarlos.
—Aprovechando la oportunidad, Hazel se sentó al lado de su hermana después de abrazarla, cuando Vicente levantó una ceja y luego se rió entre dientes como si le resultara divertida su lucha.
—Sólo la hace más divertida de perseguir si muestra un poco de desafío —dijo Vicente—. Si no, habría sido un blanco demasiado fácil, y a él no le gustaban las cosas fáciles.
—Quería verla mostrando sus colmillos y garras para así poder cortarlas lentamente.