Parpadeó y abrió los ojos cuando sintió que su cuerpo entero se ponía rígido. ¿Qué era eso? Frunció el ceño ya que había aceptado lo que iba a pasar.
Lo amaba y no importaba si él la amaba a ella o no. Ella quería que él fuera quien la amara en lugar de tener una unión de cuerpos sin amor con alguien más tarde.
Si tuviera un hijo con él, entonces podría pasar toda su vida con ese niño. Él podía ir y follarse a la mujer que amaba por todo lo que a ella le importaba. Pero justo cuando había cerrado los ojos y esperado a que él la penetrara, él dejó de moverse.
—¿Qué esperas? ¿No puedes simplemente moverte y entrar? —ella gritó al sentir que era demasiado para ella esperar.
Debería simplemente entrar y dejar que esta anticipación termine.
Rafael parpadeó y la miró de cerca a la cara. ¡Juró que había visto sus ojos ponerse plateados justo hace un segundo cuando ella lo miró a él, pero ahora volvieron a estar verdes!