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—¡Tsk! Hablas como si ya lo hubieras derrotado. Si él pudo salir ileso con más de una docena de caballeros atacándolo a la vez con el metal que puede atravesar su piel, ¿cómo podrías ganarle cuando serías tú el que luche solo?
¿Y si se negara a luchar contigo desde el principio? —había un dejo de sarcasmo en la voz como si la persona estuviera segura de que Rafael iba a ganar.
—¡Ja! Es costumbre mostrar su fuerza y tener un combate amistoso en el día anual. Él fue invitado aquí para celebrar con nosotros.
Siempre podemos decirle que es obligatorio que luche para representar a su imperio ya que él fue el único presente aquí entre vampiros.
Y no es solo una punta, sino que toda mi espada está hecha de berilio, al igual que la de mi caballero.
