—Badump —Badump —¿Acaso sabía lo que estaba diciendo? Sus palabras no eran menos que una confesión para una mujer. Si no supiera que tenía a alguien más en su vida, habría pensado que se había enamorado de ella.
Ella sujetaba las sábanas de la cama con fuerza mientras sentía que él se inclinaba más hacia ella. Sus respiraciones tocaban sus clavículas antes de sentir que la besaba ahí. Eran besos suaves y picantes que le hacían respirar de manera irregular.
Ella quería que él parara, quería que continuara. Sentía que su mente empezaba a cortocircuitarse cuando sus toques empezaron a abrumarla. Su respiración se entrecortó cuando él empezó a succionarla. Pronto sintió un pinchazo y luego una sensación extraña.
Su cuerpo tenso empezó a relajarse lentamente mientras sentía una extraña sensación en su cuello. Sus ojos se abrieron lentamente cuando vio su cabello azabache frente a sus ojos.