—¡Él la estaba amenazando! —Sentía su sangre hervir por la manera en que él la miraba, como si la despreciara por su patético actuar.
Le tomó toda su fuerza no actuar impulsivamente.
—Por supuesto, después de todo, eres mi yerno. Eres como Liam y Vincent para mí —forzó una sonrisa en su rostro mientras movía las manos y acariciaba su hombro, pero él se echó atrás antes de que pudiera tocarlo nuevamente.
Se quitó el abrigo que llevaba y lo arrojó al suelo como si se hubiera ensuciado, eso la enfureció aún más.
—Debes estar muy cansado, Agatha te mostrará tus habitaciones —señaló a la criada que los seguía, ya que sabía que no podía soportar más a ese vampiro. Él la estaba irritando a propósito. Pero si ella perdía, su esposo no la dejaría vivir en paz por meses.