—Tu agarre en la espada ha mejorado. Tus reflejos son mejores ahora. Debo decir que aprendes rápido —Hazel brilló con el cumplido. Ella había estado practicando duro incluso después de salir de aquí en su habitación, ya que tenía que irse mañana.
Todavía no había decidido si debería traicionar a los humanos o no. ¡Aunque su familia nunca había sido buena con ella, apoyando vampiros sobre humanos!
—¡Uf! —Justo cuando salía de sus pensamientos, lo vio atacando directamente a sus brazos y antes de que pudiera moverse y defenderse, su espada se le cayó de las manos.
—Eres tú el que me distrajo dando un cumplido —o si no, ella estaba prestando buena atención. Murmuró mientras se inclinaba a recogerla, aunque sabía que ya había perdido.
En la semana pasada solo había ganado una vez y perdido todas las demás. Pero esta vez él había hecho trampa para derrotarla.