—Entonces, debería irse. ¡Después de todo este es mi palacio, no el suyo! —expresó su punto de manera fría, no esperó la respuesta de los caballeros atónitos mientras entraba.
El aura de dominio y autoridad era tan fuerte que los caballeros no se atrevieron a detenerla de nuevo.
Se acercó más a donde los caballeros estaban practicando y escaneó todo el terreno con un toque de curiosidad.
Había visto al hombre luchando con bestias, pero estos son vampiros, que están a un nivel diferente cuando se trata de poder.
Ellos tienen el poder de las bestias con el cerebro de los humanos y conocen trucos astutos. Estaba segura de que no les importaría jugar sucio para ganar.
Podía ver que ya estaban usando métodos deshonestos para ganar. Pero no podía encontrar al hombre que buscaba.
Algunos de los vampiros cuyos ojos eran más claros que los de Rafael le lanzaron una mirada pero no se detuvieron a saludarla o darle la bienvenida.